sábado, 28 de diciembre de 2019

Mamá

Pienso poco en ti. Cuando te fuiste no alcancé a sentirme en duelo. L. opacó ese posible sentimiento con su terrible golpe. Yo estoy ya un poco mejor, recuerdo que te daba nervios verme con esa cara deformada por la pena. Creo que no me era posible imaginar que mi cara te dolía por mi dolor, por tu amor hacia mí. Yo nunca sentí que me amaras. Sí al final noté que eras más amorosa conmigo, pero ya habían pasado 60 años. Era difícil creerme el cuento. Creo que me empezaste a ‘ver’ un poco. Antes siempre me sentí o invisible o derechamente molesta hacia ti. Nunca me tocaste, nunca me hiciste un cariño, no te ocupabas de mí. Yo era bastante guacha en realidad. No me veías o preferías no verme. Te incomodaba mi existir. Yo sé que una época fui muy pesada contigo. En mi adolescencia. Pero hoy miro esa actitud mía y la justifico. Había sido siempre tan ignorada por ti que era imposible no sentir una tremenda rabia hacia ti. Sin embargo me duró poco. Siempre intentaba acercarme pero no sabía cómo hacerlo. Tenía mucho miedo a tu rechazo, ese que me demostrabas con una rabia tan profunda y evidente que se llegaba a acercar al odio. Yo sufría mucho por ese abandono tuyo. Pero extrañamente como que me hacía la lesa poniendo mi dolor y mis penas en responsabilidad de mi papá, por ese miedo que le tenía. Supongo que era porque te necesitaba. Y no renunciaba a ser tu hija, a que me vieras, me hablaras como una madre debe hablar a su hija. Te necesitaba. Mi tía K. reemplazaba un poco tu falta pero no era lo mismo. Yo me sentía con ella segundona, aguachada, pero no de primera línea como sus hijas –mis primas. Nunca he tenido recuerdos tuyos de gestos positivos hacia mí. Todo lo que hay y que no quiero seguir recordando, es negativo y rencoroso. Supongo que tenías tus razones.
Hoy hice una regresión y la psicóloga me comentó lo que muchos comentamos, pero esta vez me hizo más eco. Te elegí. Te elegí como mi madre por algún motivo relacionado con mi existencia, con mi tarea de crecer. Este ejercicio de hoy fue muy interesante. Sí estoy muy cansada. Y aún no logro reencontrarme en la que soy después de esa experiencia. Madre, descubrí que tengo un algo de ángel en mí. También descubrí que en una vida anterior fui ángel y compinche muy cercana de mi padre, siendo él también un ángel. Creo que él te dejó muy en claro lo importante que era para él que yo naciera. Y que eso te insegurizó y por eso las emprendiste conmigo, contra mí. No podía ser contra mi papá porque lo amabas con locura. En el ejercicio A. me atendió con mucho amor, con un amor dulce y verdadero. Y cortó los lazos que me unían a ti y a mi papá formando una triangulación enfermiza, que siempre sentí pesando sobre mí y de la cual no lograba escapar. Hoy comienzo una nueva etapa. A me invitó a entrar con él en un camino de luz. Cuando le pedí –al final del ejercicio- que no me abandonara, me dijo que siempre estaría cerca, pero que ahora que yo sabía que era angélica sabría resolver por mí misma utilizando ese atributo angelical frente a circunstancias adversas. Como ves madre, hoy doy un paso importante. Ya no los necesito, ni a ti ni a mi padre. Siempre me avergoncé de estar pegada a ustedes, sintiendo su incomodidad, y sin poder hacer nada para volar sola, no tenía valor. Hoy emprendo un vuelo distinto, sola y autónoma con mi angelicidad. Soy ángel y eso me da una tremenda tranquilidad y serenidad. Puedo fiarme más de mí misma y de que sabré protegerme cuando sea necesario. En este inicio de un nuevo camino iré aprendiendo a usar esta herramienta mágica que siempre estuvo conmigo pero que yo nunca reconocí. Mamá, te perdono, A me dijo, como Jesús, perdónalos porque no saben lo que hacen. Y así lo hago madre. Y te dejo libre al tiempo que me libero. Te agradezco las enseñanzas que me diste aunque no sepa de qué se trató. Ahora trataré de encontrar o más bien reencontrar ese camino luminoso que A me enseñó y continuar por esa senda viendo qué más me enseñará la vida. Junto con perdonarte trataré de sentirme mejor y quejarme menos.
No te digo ni adiós ni hasta la vista pues no conozco los misterios de la vida y no sé si nos volveremos a encontrar en estos misteriosos caminos de la vida. Te quiero madre.

viernes, 6 de diciembre de 2019

............................................


Vamos a decir las cosas como son. De que te amo, te amo y te amaré siempre. Y te perdono. Pero parece necesario sanar las muchas heridas que me hiciste y otras que me hice yo misma por darme entera a ti. Voy a escarbar y a poner los puntos sobre las íes. No sé si eres bueno, tampoco yo lo soy pero al menos lo intento. Por ejemplo jamás tuve un mal instinto hacia ti.
Te cuidè como se cuida un tesoro invaluable. En cambio tú, recuerda, cómo y cuánto me odiabas cuando creciste. De niño eras lindo y bueno pero ya había asomos que yo dejé pasar, y creo que no hubiera sacado nada con tratar de ponerte atajo, es tu naturaleza. Una vez me dijiste –furioso- ‘crecí torcido’, y te creo. No eres precisamente un dechado de bondades. Las heridas que me causaste fueron todas en plena consciencia, dirigidas con mira telescópica al punto de mayor dolor. Fuiste malo conmigo. Me odiaste. Y probablemente aún me odias. No lo sé y nunca lo voy a saber porque además eres cínico y mentiroso y si yo te pudiera encarar lo negarías. Eres capaz de disfrazar (o pretender disfrazar sentimientos de odio).
Aunque sí reconozco y sé que también me amaste. No eres psicópata. Sólo que tu odio es mayor que tu amor. Te endiosè por ser mi hijo. De niño te adoraba tanto que me olvidè de mì misma. No tuve alegrìas propias, no tuve amigos ni pretendientes, no busquè el amor de un hombre. Me abandonè y me negué como persona, sòlo fui madre. Quizá èse fue mi error.
Creciste y comenzó a brotar tu odio hacia mì, poco a apoco fuiste subiendo el tono de tu violencia. Y perdonè todas tus faltas. Me callè frente a tu violencia hacia mì (sòlo te faltò pegarme, aunque sì me levantaste el puño). Hasta que hace exactamente 6 años, después de muchos insultos, garabatos, gestos insolentes, miradas asesinas, me diste el último golpe artero y cobarde: me acusaste de abuso sexual. Imagino còmo habrás escarbado en tu mente buscando el peor de los ataques.
Y lo encontraste. Creo que si me hubieras acusado de asesina me hubiera dolido menos de lo que hiciste. Fuiste inteligente en tu maldad. Me diste donde màs podìas causarme dolor, en mi condición de madre. .. también me hiciste otras múltiples acusaciones pero èsas no me importaron tanto. Eras joven e ignorante de los vaivenes de la vida por tanto tu moral era victoriana (hacia mì porque contigo mismo te dabas caña larga!!), porque hasta a mis nietos pusiste en mi contra para dejarme en total orfandad. Te comportaste igual que mis hermanos.
Malo. Bueno, termino diciendo que a veces cavilo que hubiera sido lindo tener una hija que me consolara de los dolores que me causaste. Pero no fue. Ya fue todo asì. No has sido bueno pero igual te perdono.

domingo, 1 de diciembre de 2019

66


Hoy, a mis tristes 66 me siento màs fracasada que nunca. En todos los sentidos. No logrè destacarme en un oficio o una profesión, pasè por la vida laboral sin pena ni gloria (bueno, penas sì y muchas) y terminè jubilada con una pensión de mierda. No tuve nunca un hombre que me amara y me demostrara amor. Fui bonita pero no sirvió de nada, estaba tan ocupada haciendo malabares para que mi hijo sobreviviera que no me fijè si algún hombre pudo interesarse en mì. Hoy estoy gorda, enferma, fea, deprimida, sin atractivo ninguno. Por tanto sola, absolutamente sola. Quièn va a querer estar cerca de una mujer asì, deshecho de deshechos!! Ni los nietos, nadie! A veces me escribe algún putito veinteañero creyendo que tendrè la plata y la indignidad suficientes para contratarlo…Pfff

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Carta astral…


Hoy a mis largos años una encantadora astròloga me ha ofrecido confeccionar mi carta astral. Nunca había sabido mi hora de nacimiento, sòlo que –molestia de mi madre- no pudo comer unos deliciosos porotos que estaban cocinando; eso me hacìa presumir que había nacido a primeras horas de la tarde. Pues bien, fui al registro civil y obtuve mi Acta.
Me habla la astròloga de mi destacada inteligencia, que es la causa de la mala leche de mis hermanos hacia mì: envidia.
Respecto al desamor e indiferencia de mi madre dice son celos de que le quite el amor de su hombre, tu padre.
Estas cosas yo vine a deducirlas hace pocos años, después de mucho bregar inútilmente por conseguir el amor de mi familia.
Hablando de mi mala suerte en las relaciones sociales y especialmente de pareja, me dice que se origina en las señales que me daba mi padre. Que ningún hombre tendría la inteligencia suficiente para merecerme, por eso debía quedarme sola y literalmente sería “madrastra y solterona”. Rompì el mandato de madrastra y tuve a mi hijo pero la felicidad de ser madre me durò poco. Mi hijo también se sintió menospreciado por mì respecto a su inteligencia y me cogió resquemor, al igual que mis hermanos.
En las mujeres tambièn despertè envidia y –esto lo he deducido yo- celos e inseguridad; como mujer inteligente y además atractiva, era un peligro al lado de sus hombres, a quienes podía deslumbrar fácilmente y sin siquiera proponérmelo, sòlo por mi naturaleza encantadora.

sábado, 19 de octubre de 2019

Sino


Sigo confirmando que no nací para ser la prima donna… nunca he sido esposa, hija querida, novia importante con flores y anillos…
Hace dos o tres días volví a encontrarme virtualmente con un amigo virtual –valga la redundancia. Lo conocí en 2017, nos flechamos, fue una relación redonda, integral, pero sólo virtual. A pesar de eso no prosperó porque mi lugar en su lista de prioridades era el último, o más bien, no había lugar para mí.
Esta vez, después de mi última experiencia amorosa virtual , con el fatal desenlace de la muerte de mi amor por causa un cáncer, estoy más ¿madura? O ¿conformista?... diría que ya recién empiezo a entender mi destino de segundona, de looser, de nunca brillar en el mundo de ningún hombre. Soy la que se puede amar y admirar y desear, pero a escondidas. Siempre tras un velo oscuro porque la realidad no me guarda un lugar en el escenario abierto. Estoy destinada a permanecer en lugares ocultos y en silencio.
Seré capaz de aguantar mi lugar de relegación durante un tiempo, o me rebelaré como la estrella brillante y amada que quiero ser? Aceptaré las migajas sobrantes con tal de tener algo o cerraré esa ventana para volver a mi eterno enclaustramiento?
Porque ya a estas alturas de mi vida está claro que mi sino no cambió ni cambiará. Lo escrito, escrito está.

jueves, 5 de septiembre de 2019

Maleficio

Cómo romper un maleficio??
Hace dos semanas mi nieta me invitó a tomar once a su casa, yo feliz preparé mi espíritu y algunas vituallas para llevar de regalo. La noche anterior me avisa que no podrá ser…  okey, duele pero estoy acostumbrada.
El lunes recién pasado me invita mi otra ex nuera a tomar once con mi nieto… se repite la función, mi corazón salta de alegría y me preparo. La noche anterior me avisa que no podrá ser…. Otra vez se repite el dolor.
Hoy estaba invitada a tomar once por fin donde mi nieta… todo listo, regalos, pasteles, corazón alegre y poco antes de salir me avisa que no podrá ser……
Y el psicólogo y la psiquiatra me piden que insista!! Joder , no será mucho???

jueves, 29 de agosto de 2019

lafamilia


‘Su familia es una mierda’ me dijo un día mi psicólogo… toda la razón!! una verdadera mierda. Me han castigado por a, b y c… me han castigado por lo mío y por lo de ellos. Chivo expiatorio. Familia machista. Gente sin alma. Sólo mentes machistas, castigadoras, calculadoras. Uno de mis últimos pecados fue ser víctima de violencia por parte de un hombre. Yo quería que alguna vez me resultara tener a mi lado a alguien que me quisiera, que me cuidara… pero no resultó. Y están “muy molestos” por esta situación... what the fuck??!!! En vez de cuidarme, de apoyarme, no, se enojaron. Claro, deben haber pensado ‘otra vez la puta en problemas’… y se avergüenzan de mí y se alejan y me desprecian y se dan el lujo incluso de maltratarme encima!! Joder con la mierda de familia que fui a encontrar!! Soy distinta a ellos. Pienso con el corazón. De eso me he dado cuenta tarde lamentablemente. Siempre seguí el mandato de guiarme por un patrón mental, racional. Nada de sentimentalismos baratos, llantitos, emociones… mariconadas!! Hay que ser fuerte en esta vida mierda!!

Atroz, y siento que contaminé a mi pobre hijo educándolo (eso creía yo) bajo ese patrón machista, moralista, fariseo, hipócrita. Aunque nunca apliqué esas reglas en mi vida adulta y traté de traspasarle valores espirituales, que se encontrara con sus emociones, que se sensibilizara ante el dolor ajeno… no lo logré. Se tiñó de los colores de la familia, lleva su mismo estandarte, pero manchado de odio. Yo no, yo al menos tengo mi alma liviana de odios o rencores. Eso sí, no transo. Soy espíritu, corazón y alma, después la razón, no entraré nunca más en su juego pobre y materialista.

miércoles, 28 de agosto de 2019

Esta SOLEDAD


Por estos días me pasa algo nuevo con la soledad… como que deja de ser abstracta y toma dos nombres, dos rostros, dos añoranzas: mi madre y mi hijo. Nada especial, sólo tenerlos en lo cotidiano, un llamado telefónico con mi madre para hablar de nada en realidad, un email de ‘hola mamita cómo está’ de mi hijo por las mañanas… un lunes llegando a casa de mi madre cargada de bolsas de supermercado y ella diciendo ‘pero que niñita tan loca, para qué se gasta toda esta plata, mire el montón de cosas que me trae…’… la voz de mi hijo a pesar de la violencia contenida en sus palabras, su sonrisa, su mirada inteligente, bonita y sarcástica… en fin, mi familia, lo que creí verdaderamente mío y que jamás imaginé que los perdería con apenas 20 días de diferencia… qué dolor que no pasa Dios, no pasa…

lunes, 26 de agosto de 2019

Yo hombre.


Hoy tuve psicólogo. Nunca me preparo para las sesiones pero hoy decidí contarle una experiencia vivida hace más de 25 años atrás; me vino al recuerdo hace dos o tres días y pensé ‘quizá me sirva contársela a ver si de ahí sale algo’…

… Era de noche, mi hijo pequeño ya dormía en mi cama (yo hacía mis quehaceres y antes de acostarme lo pasaba a su camita). Esa noche me puse pijama y me acosté a su lado para sentir su calorcito. Pasó poco rato y de pronto me sentí incómoda, extraña, ajena… noté que  mi cuerpo no era el mío sino el de un hombre. Era un cuerpo alto de hombros anchos, brazos gruesos, manos grandes… me aparté del niño sintiendo que no estaba bien que lo tocara siendo un extraño (yo misma(o)). Me sobresalté mucho y me acomodé para evitar la sensación, pero no se fue. Intenté –casi asustada- evadirla tres o cuatro veces pero no fue posible. De pronto tomé la decisión de aceptar la experiencia a ver adónde me llevaba, qué significaba y me dejé llevar. Todo esto sucedía estando yo absolutamente despierta y lúcida. En un instante era yo un hombre maduro, de unos 40 años, época mediados de los años 50’. Estaba en una casa –mi casa- de esas que dan directo a la vereda, sin jardín; con una puerta y luego una mampara de vidrio y dos ventanas hacia la calle; el resto de la casa discurre por un pasillo largo hacia el fondo con habitaciones a ambos lados… La habitación de la izquierda era un escritorio; yo estaba allí terminando de escribir una carta dirigida a una mujer –mi pareja- en donde ponía fin a la relación. No vi nada de lo escrito, ni siquiera el nombre que puse en la rúbrica. Doblé con cuidado y lentamente la carta y la puse en un sobre en donde escribí la dirección Atacama n° xxx. Puse la carta en el bolsillo izquierdo de mi chaqueta (vestía formal con un terno color café) y salí a la calle. Me dirigí a mi auto estacionado en la calle justo fuera de mi casa. Le di la vuelta por detrás para subir al asiento del conductor…-mi ánimo era triste, melancólico, dubitativo pero inexorable. Sabía que debía poner fin a esa relación a pesar de amar a esa mujer-. Abrí la puerta del auto y me quedé ahí parado, indeciso y triste, no subí inmediatamente. Estaba en eso cuando fui arrasado por un camión ¾, viejo, cargado como con cachivaches. Arrancó de cuajo la puerta de mi auto y a mí me aplastó contra ella… segundos después veía yo esta escena desde algunos pocos metros de altura…mi cuerpo despaturrado, la puerta del auto en el suelo y un poco más adelante el camión…de pronto miré unos 50 metros hacia adelante por la vereda de mi casa y vi venir una pareja caminando plácidamente tomados del brazo. En ese momento volví en mi yo mujer y me levanté rápido a mirar el mapa de mi ciudad para ubicar la dirección que escribí en el sobre de la carta. Estaba en una triangulación con la casa en que yo nací y la casa de mi abuela materna, todas cercanas a no más de 6 o 7 cuadras la una de la otra!! No lo podía creer! Resultaba que esta mujer a quien yo amaba y con quien debía terminar, era vecina de mi familia…

Buscando una explicación a esta extraña experiencia, pensé que quizá en mi vida anterior fui ese hombre y que al morir en ese accidente mi alma se refugió en el vientre de la mujer que caminaba con su pareja, para reencarnar. He vivido tan ocupada en sobrevivir que hasta hoy he hablado esto con muy poca gente y no me he dado mucho el tiempo para reflexionar sobre ello. Mi psicólogo lo abordó tratando de pesquisar mis emociones en cada momento vivido y quedamos en retomar el tema en la próxima sesión.  

jueves, 15 de agosto de 2019

De sal


A veces no estoy tan segura de mi desapego… quizás hago como que no me importa que me desprecien y me hayan abandonado, pero en el fondo mi corazón está hecho trizas por el dolor. Y quizá quisiera poder recuperar lo que alguna vez creí tener –un poco de amor. 

Una de mis cuñadas me pidió ayer q le enviara alguna foto y escribiera unas palabras a mi hermano para un libro con fotos que le regalará por su cumpleaños n° 50. Le dije no tengo fotos de nadie… luego me dijo encontré una ¿me puedes mandar un escrito? Tuve que decirle que me enviara la foto para recordarlo e inspirarme en qué decir… si hace casi 6 años que no los veo a mis hermanos, desde la muerte de mi madre… tuve la sensación que le molestó un poco que le dijera eso pero es la pura y santa verdad!! Luego me envió la foto y le escribí algo para su libro.

Y mi corazón no se conmueve casi (pero todos los días me duele físicamente). Así estoy, cada día más granítica. Ojalá fuera de sal y me pillara una lluvia torrencial en un descampado…

viernes, 12 de julio de 2019

NO EXISTE??


Hay quienes dicen que la mala suerte no existe…. Hoy hace 12 días se fue mi última esperanza de ser un poquito feliz. Un hombre sabio, íntegro, bondadoso y que me daba alegría cada día. Aunque no llegué a conocerlo en persona, sus palabras diarias eran un aliento para mis tristes días. Se murió. Y con su muerte se fueron todos nuestros sueños y planes para tener una vejez juntos. Y dicen que la mala suerte no existe…

viernes, 21 de junio de 2019

puta vida


Hace poco un taxista del super que me trae hace años y siempre me piropea, me dijo algo y le dije ‘no, ya estoy vieja’ y me dijo con picardía “no crea, todavía está apetitosa”. Ese ‘todavía’ me quedó resonando, es sólo un paso antes del ‘ya no’…
Y es penoso. Porque si hubiera tenido una vida con amor, no me dolería, tendría bellos recuerdos, pero no. Nunca nadie me amó.
A veces en mi adolescencia, tenía un sueño prohibido: me veía vestida de blanco, con un velo en el pelo y un ramo de flores en la mano… me daba tanta vergüenza soñar con eso!!! Pánico que descubrieran que tenía esas ideas en mi corazón. Quizá en mi fuero interior ya sabía que eso nunca sería para mí. Que tendría que lidiar sola con la vida, día a día durante siglos eternos y dolorosos.
Cuando nació mi hijo creí que la vida al fin me daría días de gloria. Fue lindo durante unos años, a pesar de las precariedades y del desprecio y odio de la gente… pero duró poco. Pronto mi hijo creció y se convirtió en mi acérrimo enemigo, en la persona que más me odia en el mundo.
Y ya no me queda nada que esperar. El último hombre que me hizo soñar con un final feliz, se enfermó y está al borde de la muerte…
Nací en el momento equivocado, en el lugar equivocado, de una madre y un padre equivocados…
Puta vida.

lunes, 3 de junio de 2019

Mi No Tiempo


No tengo pasado, se me borró. Hay leves retazos que cruzan por mi mente, pero no son buenos…. No tengo buenos recuerdos, quizá muy probablemente viví buenos momentos pero se esfumaron. El dolor los cubrió con su manto vivo y oscuro. Tampoco tengo futuro, no me veo en nada, con nadie, sólo sé que hoy soy una respiración más en este mundo ajeno.

lunes, 11 de marzo de 2019

Insomnio


Hace ya varios días que no logro conciliar el sueño… ahora son más de las 3am y decidí abrir el computador y ponerme a escribir pues mis nervios se van a cortar en cualquier momento como tensas cuerdas de violín.
No es que tenga pensamientos coherentes sobre alguna materia en particular. Mi mente más bien se está convirtiendo en retazos de sucesos o episodios como jirones de telas distintas, ninguna bonita… trato de gobernar mis pensamientos y busco en mi memoria ya raída algo bonito o bueno que recordar… y no hay nada. Sólo cosas feas vienen a mi mente. El temblor de mi boca y de mi mano izquierda agrava el estado de tensión nerviosa y menos aún puedo así conciliar el sueño. Ahora siento además que el interior de mi cabeza también tiembla imperceptiblemente.
Quisiera tanto que hubiera otro ser humano en mi casa. O que al menos alguien me hablara por teléfono… quisiera estar en conexión con el mundo, con personas.
Hace unos días me encontré con un amigo de mi hijo al que no veía casi los mismos más de 5 años que no lo veo a él. Me contó que está bien, con un buen trabajo, bien con su pareja… me dijo que tenía en su celular fotos de la pequeña –mi nieta a quien no conozco- , si quería verlas. Me negué, me dio no sé que sensación de no querer ver a esa criatura que no conozco.
Me dijo que mi hijo dice que no volverá, que considera que lo que yo le hice (en su imaginación) es tan grave que el enojo es para siempre. 
Cuando ya nos despedíamos me ofreció amorosamente si quería mandarle algún recado, le dije dígale que lo quiero mucho…entré a mi casa y el llanto me inundó el alma y no pude parar de llorar en dos horas, hasta que me tomé un calmante y me dormí…

martes, 19 de febrero de 2019

Playa


Me pregunto cuándo será por fin mi final… tengo un retazo de sueño de anoche (lo recordé al leer la palabra ‘playa’) . Recurrentemente sueño que estoy perdida en calles que no conozco, casi siempre ando con alguien (a veces mi hijo) con poca cercanía…recuerdo que en el sueño de anoche llegaba a una especie de explanada o plaza, un espacio abierto, mi acompañante se iba por el lado izquierdo pero yo notaba enfrente de mí una callecita muy angosta, iba hacia allá y al entrar se exponía un paisaje bellísimo: una playa de arenas blancas, un mar de color celeste claro con olitas pequeñas de espuma blanca, el cielo era casi blanco de tan claro, había algunos pequeños grupos de personas en la playa. Yo trataba de indicarle a mi acompañante que viniera pero no me hacía caso…se acabó el sueño y lo olvidé hasta leer la palabra clave. Y me puse a pensar que quizá tengo un final pronto y feliz, que quizá ese lugar me espera para que continúe mi andar por estas intrincadas vidas no sé si continuas o paralelas, la cosa es que esa imagen me dio una pequeña esperanza de que quizá mi martirio termine pronto

domingo, 3 de febrero de 2019

LA CÁRCEL


Mi amigo virtual me dice: (……….), y le digo no estoy bien efectivamente... la soledad me pesa mucho. vivir en absoluto silencio durante días y días es enervante………

me responde “cariñosamente” –luego de pasar unos días sin hablar-:
Tal vez no te abres a las personas cielo, a veces pienso que no quieres comunicarte, a veces yo también lo siento de ti, decides no hablar, contestas muy lacónicamente, pones tu coraza infranqueable y las personas no saben por qué, no trato de criticarte, solo trato de entenderte cielo. Te repito que hay personas que te queremos y te necesitamos. Te quiero mi cielo, que tenga un lindo día………

Sería todo. Una especie de análisis/consejo sin asidero real… Se supone que este señor, según lo que me manifiesta, quiere ser mi pareja en la vida real… ha pasado más de un año en el que ha habido conversaciones francas y abiertas -aún no lo conozco en persona- y todavía no me conoce. Mi psicólogo dice ‘en el universo cuántico lo virtual no existe’. Y pareciera que tiene razón. En todo caso yo estoy clara de que no existo ni en el universo virtual ni en el real, salvo pequeños chispazos de interacción con personas virtuales, estoy total y absoluta y dolorosamente apartada de todos los mundos posibles… y cree que es porque así lo decido, no se da cuenta que no puedo hacer otra cosa, que estoy prisionera en la cárcel de mi mente