miércoles, 11 de julio de 2018

Virtual


No quiero despertar. Por las mañanas obligo a mis ojos a cerrarse para no enfrentar esta vida insípida. La soledad me devasta, me aniquila. Trato de despertar tarde para así acortar el día y que no me resulte tan agobiante esta tarea de no hacer nada. Tampoco quisiera encontrar trabajo… estoy muy cansada para eso.
Dormir me sirve para soñar y soñar es como una pseudo vida. Cuando sueño estoy con gentes, suceden cosas, hay emociones… a veces pesadillas horribles pero otras veces es un pasar la vida viviéndola, participando. Siempre un poco desde el borde, claro. No me toca estar imbuída en nada, todo me sucede desde la orilla, soy más público que actriz, igual que ha sido siempre mi vida real, desde la orilla. Pero así y todo es mejor que esta nada de la vida en vigilia.
No tener a nadie presente con quien hablar es muy difícil, muy duro.
Claro, hablo por chat con mi pretendiente pero no es lo mismo. Ni siquiera lo conozco en persona. Es un amor, siento por él algo importante, pero falta la sustancia. La vida virtual no la tiene y es esencial… los aromas, los movimientos, las miradas, los tonos de voz… todo falta. Lo virtual es interesante pero no es real.

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