Y si descubro en algún rincón perdido de mi ser esta estrategia?
Sería como la última pelea porque energía va quedando poca. Acabo de
perder otra oportunidad de encontrar un partner para la vida. Le pregunté que
no le gustó de mí si me conoció en un par de horas apenas? (tampoco él me
pareció el príncipe azul)… Pero pensé que podríamos habernos dado más tiempo
para vernos. En fin. No quiso y ná que hacer. Pero tuvo la valentía de responderme
qué no le gustó de mí. Son pocas las personas (por no decir ninguna) que se
atreven a decir. Dijo: Tus problemas.
Lo he sabido siempre. No soy yo. La gente se aleja de mí por esa razón. Los
canso, los aburro con mi cantinela –de problemas reales- pero es que a la gente
no le gustan los problemas. Hoy en día no está de moda la compasión.
Bueno, de alguna manera las palabras de este señor me hicieron un eco
distinto. Me planteo y qué tal si cambio mis respuestas cuando conozco a
alguien? Qué tal si de alguna manera que aún no descubro, hablo sólo cosas
positivas que entusiasmen al oyente? Para ello tengo que hacerme un verdadero
lavado de cerebro y buscar en donde sea (dentro o fuera) material para
respuestas positivas o aprender a esquivar elegantemente el bulto. Quién sabe
si partiendo por la mímica y la pantomima me voy apropiando de esa nueva
postura? Qué tal si me pongo una piel de mujer interesante y divertida? Sin convertirme
en payaso obviamente. Pero aprender a esquivar las preguntas comprometedoras
que inevitablemente me llevan a una respuesta negativa porque es ésa la esencia
de mi vida. Quién me dice si a lo mejor ahora después de esta nueva decepción
quizá aprenda a responder desde otro espacio de mi mente-corazón.
Vamos a ver qué se hace y cómo se hace. Ilumíname Señor de la Alegría!
No hay comentarios:
Publicar un comentario