miércoles, 30 de agosto de 2017

Elucubración


Me pregunto hijo –perdón por llamarte así, pero es lo que eres- qué te faltó de mí?
Qué fue lo que no te di? Si yo siento que te lo di todo, hasta el alma. Tú no conoces las privaciones que pasé por darte lo que tenía, lo que podía. Tuve tanta pobreza material, tanto maltrato de parte de los otros, soporté malos tratos, humillaciones, despojos, todo lo malo lo soporté estoica, aunque por dentro mi pobre alma se rompía en mil pedazos. Pero soportaba. Y sabes por qué? Por ti. Para que no notaras la pobreza en que vivíamos, el sufrimiento que me embargaba.
Tú eras mi soporte, mi centro, mi guía. Quizá fue eso lo que no soportaste. Siendo tan pequeño quizá te dabas cuenta de mi dolor aunque yo disimulara. Y quizá era mucho peso para ti tan pequeñito soportar ese dolor.
Quizá el odio que sientes hacia mí nació de ese dolor de pequeño impotente, de no poder hacer nada para salvar a su madre.

Quizás. Sólo puedo elucubrar ahora que ya no estás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario