sábado, 29 de abril de 2017

no más por favor

Tres o cuatro inquietudes muerden por estos días mis entrañas. Yo hago como que no existen o como que no me doy cuenta. Pero el dolor de cabeza incesante y odioso se encarga de tintinearme las verdades.
En orden aleatorio, todas igual de antipáticas, son:
  • ·       El psicópata me tiene chata con tanto insulto y degradación. No entiendo cómo fui a caer, yo que me las doy de intuitiva, en una relación con alguien tan tóxico y desviado. Es impensable recibir tanto insulto siendo yo una persona tan fome y poco vivida. Y en contraste me declara su amor infinito…. Ufff
  • ·       El 12 de mayo debo ir a una audiencia o juicio o no sé cómo se llama, en tribunales, como víctima de amenazas de muerte y torturas de parte del susodicho psicópata. Nunca jamás me ha tocado estar ni cerca de la justicia. No sé cómo funcionan esas cosas. Y tengo miedo de la venganza que pueda urdir este personaje. Ya me tocó vivir su violencia física por eso tengo miedo, porque al parecer no se queda sólo en las palabras.
  • ·       Estoy pasando por un difícil momento laboral. Han aparecido personas que no me quieren. Y que tienen poder para echarme. Que me califican muy mal en todos los sentidos. Mi jefe directo me dice –dubitativo- que no me angustie, que estoy protegida y no podrán echarme. Yo sé que mi eficiencia notable de hace unos años ha ido mermando fruto de esta horrible y persistente depresión que me toca vivir y que no me abandona.
  • ·       Como estoy atendida en el sistema público de salud (léase deficiente), me han dejado sin psiquiatra y por tanto sin medicamentos. Estiro lo más que puedo el chicle dosificando una baja paulatina que sea lo menos dañina posible, pero igual temo sufrir una descompensación en el momento en que no quede ni un milígramo de droga en mi sistema (es decir en 3 o 4 días..ayy)


·       Y remato con lo de siempre. La soledad. Esa que no ceja en su empeño de dañarme. Cómo quisiera tener alguien que me acompañara ese día 12 de mayo. Le temo. Y sin embargo debo hacerme la valiente y asistir, bajo orden de apercibimiento.

1 comentario:

  1. Es verdad que la depresión no tiene cura sin la alegría.

    Te diría que te protegieras de la gente que no te quiere en tu trabajo.
    ( yo ha he pasado por algo así en varias ocasiones y pueden ser letales).

    Ánimo y besos.

    ResponderEliminar