martes, 3 de octubre de 2017

Des-confianza

Si hay algo que me ha cargado siempre es la desconfianza.
No me gusta, la encuentro ladina, mal pensada…
y resulta que ahora yo… estoy empezando a sentirla.
Después de unos cuantos desengaños pareciera inevitable.
Y no me gusta. Siento que me cierro más puertas aún.
Y eso ya es casi imposible pues no queda ya más qué cerrar.
Nuevos horizontes se muestran y de pronto paf!, a la primera de cambio asoma la desconfianza y todo me cambia y no puedo seguir el hilo de como venía y me pongo paranoica (creo) y no creo en lo que me están diciendo, me pongo retraída, antipática y no lo puedo evitar.
Es que no quiero volver a meterme en problemas. Ya he tenido suficiente.
Y así es como me cierro puertas que quizá tenían algo bonito que mostrar.

Quién fuera adivina!!

1 comentario:

  1. A mí me pasa lo mismo que a ti.
    A veces pienso cuántas cosas habré dejado escapar... pero como dice el refrán "el gato escaldado del agua fría huye".

    Besos.

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