miércoles, 27 de septiembre de 2017

El Circo

Por qué si hace tanto tiempo que me olvidaron sigo aún aquí, en el desván de las cosas viejas e inservibles? Por què y para qué? Me parece una pésima broma del destino. Tener que seguir viva cuando ya no valgo un pepino. Enferma, triste… inservible como trapecista vieja. Y sin embargo prohíben morirse. Matarme confieso que me da miedo, soy una cobarde.
Pero por qué no me muero? Para qué seguir aquí, así ???
Sola, sin nadie que me necesite, absolutamente nadie. Creo que ni yo misma me necesito. Para qué. Para marcar rutina. Todos los días lo mismo, de la casa al trabajo y viceversa. A veces al supermercado, a veces a la farmacia (para qué tanto remedio si me siento igual de mal? Los médicos son unos payasos que se creen dios. A lo mejor dios también es un payaso y esto es todo un circo de mala muerte y de pésimo gusto, como todos los circos.
Sentada en la galería de la carpa -sola- veo desfilar contorsionistas, mentirosos, ladrones, asesinos, sicarios, la escoria del mundo circo. Y sentada ahí -sola- debo mamarme toda esa basura, por televisión o en vivo y en directo.

Hastío y plenas ganas de morir y desaparecer de una buena vez!!

jueves, 14 de septiembre de 2017

Quedar afuera




No es que me cierren las puertas. Es que ya no tengo puertas que golpear. Y ellos no me recordarán y si lo hacen espantarán pronto el recuerdo para espantar las culpas y no me invitarán porque soy un cacho. Mujer sola, deprimida, ufff, mal. A quién le va a gustar hacer de buen samaritano cuando lo que corresponde es olvidar las propias cuitas? Y se vienen los 4 días en que celebrarán, comerán asados y empanadas, tomarán vinos y otros. Y yo deberé soportar los olores a sus comidas públicas y sus ruidosas cuecas. Y no estaré en ningún lugar de ésos. Mismo que en navidad y año nuevo. Sola. Ahí tratando de no zozobrar, equilibrando mis nervios y mis penas, esperando que pasen pronto los días, durmiendo a ojos apretados, obligándome. No hay puertas.