lunes, 29 de mayo de 2017

En este afán de buscar una salida a los dolores de mi vida, acojo todo lo que me sugieran hacer (menos menjunjes con alas de murciélago y patas de araña). Ayer hice un rito genealógico para tratar de sanar el lazo patológico que me une a mi hijo ausente y superar el dolor que esto me causa y me mantiene fuera de la vida.
Puse papelitos (no tengo fotos) con los nombres de mis padres, los nombres de los padres del padre de mi hijo, su nombre y el mío y luego el de mi hijo. Todo en el orden de un árbol genealógico. Puse una música ad hoc, velita e incienso.
Luego intenté comunicarme con cada uno de los ancestros para que le hablaran a mi hijo diciéndole qué sensación tenían acerca de su existencia, qué pensamientos y sentimientos les causaba. También pedí a mi hijo que hablara con cada uno de ellos y les dijera lo que sentía, lo que quería, lo que no perdonaba… en fin, que se desahogara.

Espero que este ejercicio logre liberarme un poco de este dolor que es como un yugo apretado que no me deja ser feliz.

1 comentario:

  1. Ojalá funcione... yo es que soy un descreído... y ya sólo creo en mi capacidad de aceptar lo inevitable.

    Besos.

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