viernes, 10 de febrero de 2017

ILUSIONES ROTAS

Mi sino.
De fracaso en fracaso.
Lleno de casis.
Casi pude llegar a amarlo, de manera calma y sin apuro, pero real.
Su narcisismo alcohólico rompió la ilusión antes de pasar del casi.
Casi pudo llegar amarme pero su adicción a mí lo impidió.
Y como yo no quería un adicto sino un amor, prefirió a su amigo de siempre, el alcohol.
Casi pude ganar la batalla pero su violencia pudo más.
Casi pudo ganarla él pero mi miedo lo derrotó.
No lo olvido.
Me ligo a su recuerdo - dañino y violento- pero vínculo al fin.
También hubo belleza.
Cuando me dijo con la ternura más dulce que me han hablado
- “qué mi vida”
- “qué mi cielo”
- “qué mi amor”
- “qué mi tesoro”
Esas cuatro frases me hicieron romper en llanto ahogado de emoción. Nunca nadie me había hablado con ese amor.
Cuando de manera sencilla y casi tosca me regaló un bello anillo de compromiso (una argolla grabada pero sólo para mí; para él no…).
Pobrecito.
Me ofreció el cielo y la tierra pero su cabecita loca lo impidió.
Qué será ahora de él.
Estará sumido en el alcohol? Habrá decidido buscar sanación?

2 comentarios: