lunes, 31 de octubre de 2016

YO NO QUIERO

Ahora sí voy empezando a tener claro lo que no quiero. Sabía lo que quiero –no un príncipe azul, pero sí tengo un perfil que espero se cumpla más o menos. Y como no tenía forma de aprender por falta de práctica (léase falta de compañero), me quedaba en la teoría, que en este caso es poco lo que sirve. Yo no quiero a mi lado un hombre así:
No quiero que me sigan juzgando.
No quiero doble personalidad; puedo aceptar pequeños rasgos que resulten divertidos (siempre me ha gustado un poquito la locura) pero no esa disociación en donde asoma el demonio atacándome. No quiero que me sigan acusando de canalla.
No quiero que me digan palabras insolentes, groseras, bizarras ni descalificadoras.
No quiero que cada dos por tres me saquen a relucir mis malas acciones del pasado.
No quiero estar con quien no me perdona. No quiero estar con alguien que finge. No quiero estar con alguien de dudoso standard.
No quiero un hombre que no me quiera a rabiar. No quiero un hombre violento, por ningún motivo.
No quiero un hombre flojo.
No quiero un hombre mezquino. No quiero un hombre aprovechador.
No quiero un hombre grosero.
No quiero un hombre vulgar. No quiero un hombre sin educación.
No quiero un hombre tozudo. No quiero un hombre al que le tenga miedo.
No quiero un hombre que no me deje acariciarlo.
No quiero un hombre que no me haga cariño.
No quiero un hombre que base la relación en el sexo.
No quiero un hombre que me haga sexo rudo y sin amor.

No quiero un hombre que no me respete.

No hay comentarios:

Publicar un comentario